Como nadie lo tomaba, Carmen Acosta decidió agarrarlo y revisarlo para dar con el dueño del objeto. El celular no tenía una clave y de inmediato accedió a las conversaciones que resultaban muy extrañas. La mujer se pudo percatar que las conversaciones en las que el hombre les escribía cosas cariñosas a diversas mujeres era un acto de infidelidad a su esposa, ya que la tenía la foto de ella como proyector de pantalla. Un día la esposa del dueño del aparato estando en su trabajo recibió una llamada que le hizo cambiar totalmente la imagen que tenía sobre su esposo, Gustavo Gómez.
“Dijo que me iba a enviar unas cosas por WhatsApp y después me llegaron un montón de pantallazos de una conversación de mi marido con otra mujer, donde él le decía que estaba conmigo por compromiso, porque eran muchos años de matrimonio pero que en realidad a quien amaba era a ella”, comentó la mujer oriunda de Córdoba.
Cabe mencionar que la esposa del hombre interpuso una demanda de divorcio y es probable que se quede con el 70% de los bienes.L. González
www.amorymoda.com