Esta pareja comenzó a salir hace diez años y habían experimentado muchos altibajos, pero siempre habían logrado superar los momentos difíciles juntos. Ellos comparten una hija de cuatro años, la cual es lo más importante en el mundo para ellos. Pero la conversación sobre casamiento recién surgió cuando llevaban muchos años juntos.
El novio comenzó a buscar el anillo perfecto para quien él deseaba, se convierta en su amada esposa. Entonces, decidió pedirle ayuda a la hermana de su pareja. El chico le mandaba fotos de los anillos que le gustaban para que ella también, opine al respecto. Ambas hermanas eran muy unidas y conocían muy bien los gustos de la otra.
Pero la joven no pudo resistirse y le contó todo a su hermana quien se puso muy contenta. Su novio finalmente iba a proponerle matrimonio y lo iba a hacer con un anillo de la joyería Tiffany. Al menos, eso asumió ella ya que las fotos que el hombre le había mandado a su futura cuñada eran todas de esa joyería.
El día que cumplieron su aniversario, la pareja disfrutó de una cena romántica y, luego, regresó a su casa para ver una película. Si bien la joven creía en primera instancia que su novio le iba a proponer matrimonio esa noche, al avanzar la velada no estaba del todo segura ya que, ésta estaba siendo muy tranquila. Sin embargo, mientras miraban la película el hombre se levantó del sofá y se puso de rodillas.
A pesar de que estuvo esperando toda la noche que se lo propusiera, su mente se obnubiló cuando finalmente le dijo: ¿Te quieres casar conmigo? La mujer no tenía dudas de su respuesta. Le iba a decir que “sí” pero, de repente, vio el anillo y no supo qué decir.
Cuando su novio abrió la cajita y le mostró el anillo, ella esperaba ver un diamante de Tiffany. Pero el que le regaló era muy diferente. La joya no era nada brillante y se notaba que había sido usado antes. La mujer tenía expectativas tan altas, por lo que su hermana le había dicho, que no pudo evitar sentirse muy decepcionada. Si bien estaba emocionada de casarse con su novio, no lo estaba por ese anillo, por lo tanto le dijo que no.
Y así se lo dijo a él, quien se sintió adolorido porque se había esforzado mucho para proponerle casamiento. Por su parte, la joven no estaba segura de si estaba siendo irrazonable, entonces se dirigió a Internet para saber qué opinaba las demás personas de su reacción.
La gente de la red apoyaba por unanimidad al novio. La reacción de la mujer había estado mal. Ella simplemente no había visto el tremendo esfuerzo que es el pedir matrimonio, se necesita mucha valentía y poner al lado los nervios. Además de eso, ella parecía no entender que en las relaciones, lo material es lo de menos y lo verdaderamente importante, son los sentimientos y los pequeños detalles.
El día que cumplieron su aniversario, la pareja disfrutó de una cena romántica y, luego, regresó a su casa para ver una película. Si bien la joven creía en primera instancia que su novio le iba a proponer matrimonio esa noche, al avanzar la velada no estaba del todo segura ya que, ésta estaba siendo muy tranquila. Sin embargo, mientras miraban la película el hombre se levantó del sofá y se puso de rodillas.
A pesar de que estuvo esperando toda la noche que se lo propusiera, su mente se obnubiló cuando finalmente le dijo: ¿Te quieres casar conmigo? La mujer no tenía dudas de su respuesta. Le iba a decir que “sí” pero, de repente, vio el anillo y no supo qué decir.
Cuando su novio abrió la cajita y le mostró el anillo, ella esperaba ver un diamante de Tiffany. Pero el que le regaló era muy diferente. La joya no era nada brillante y se notaba que había sido usado antes. La mujer tenía expectativas tan altas, por lo que su hermana le había dicho, que no pudo evitar sentirse muy decepcionada. Si bien estaba emocionada de casarse con su novio, no lo estaba por ese anillo, por lo tanto le dijo que no.
Y así se lo dijo a él, quien se sintió adolorido porque se había esforzado mucho para proponerle casamiento. Por su parte, la joven no estaba segura de si estaba siendo irrazonable, entonces se dirigió a Internet para saber qué opinaba las demás personas de su reacción.
La gente de la red apoyaba por unanimidad al novio. La reacción de la mujer había estado mal. Ella simplemente no había visto el tremendo esfuerzo que es el pedir matrimonio, se necesita mucha valentía y poner al lado los nervios. Además de eso, ella parecía no entender que en las relaciones, lo material es lo de menos y lo verdaderamente importante, son los sentimientos y los pequeños detalles.
L. González
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