El estudio tuvo 59 voluntarios fueron separados en tres grupos. A cada uno se le enseñó 25 fotos, y de esas, 10 hombres tenían la cabeza rapada (los varones restantes tenían varios estilos de cabello de diferentes longitudes). Se les pidió a los participantes que calificaran cada imagen de acuerdo con rasgos de carácter como poder, atractivo, confianza, influencia y autoridad, percibidos en hombres con cabello y con cabezas rapadas.
Los científicos también mostraron fotografías de cuatro hombres diferentes a 344 personas. En cada caso, se les mostraba a sujetos con pelo y luego a otros cuyo cabello había sido eliminado digitalmente para darles la apariencia de tener una cabeza afeitada.
Según el estudio, los hombres que deciden tomar la iniciativa de afeitarse la cabeza voluntariamente dan la impresión de ser audaces y dominantes. En lugar de sentir vergüenza por su calvicie, no temen usar distintos métodos para mejorar su imagen. La investigación también reveló que los varones con líneas finas en las entradas son considerados menos masculinos que aquellos que se afeitan el cabello por completo. De esta manera, los hombres con la cabeza rapada son vistos como más honestos que aquellos que tratan de ocultar su condición con pelucas o postizos y por supuesto son vistos como machos dominantes.
Según el estudio, los hombres que deciden tomar la iniciativa de afeitarse la cabeza voluntariamente dan la impresión de ser audaces y dominantes. En lugar de sentir vergüenza por su calvicie, no temen usar distintos métodos para mejorar su imagen. La investigación también reveló que los varones con líneas finas en las entradas son considerados menos masculinos que aquellos que se afeitan el cabello por completo. De esta manera, los hombres con la cabeza rapada son vistos como más honestos que aquellos que tratan de ocultar su condición con pelucas o postizos y por supuesto son vistos como machos dominantes.
“Optar por prescindir del cabello es posiblemente una forma de comportamiento no verbal, una expresión que comunica información sobre el ‘yo’ que, de otra manera, sería difícil de observar. En términos simples, significa que los hombres calvos son más misteriosos que aquellos con cortes de cabello promedio”. Según estudio.
L. González
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