El iluminador es, sin duda, uno de esos cosméticos que necesitan explicar su uso antes de aplicarlo. Porque no es lo mismo resaltar el hueso del pómulo que tratar las zonas hundidas del rostro, ni tampoco lo es utilizar un iluminador-corrector que uno de acabado con pigmentos.
Como su nombre indica, el iluminador es un producto que se utiliza para iluminar el rostro. El objetivo principal es levantar esas zonas hundidas y dar luminosidad a las que han perdido lozanía.
Hay dos tipos de iluminador: los que parecen correctores pero tienen muy poca o nada de cobertura, y los que tienen brillos y destellan al aplicarlos sobre la piel.
Los iluminadores que parecen correctores son perfectos para todos los días, ya que eliminan el cansancio del rostro de un modo muy rápido y natural. Y los iluminadores de acabado hay que usarlos con mucha discreción en el día.
Los iluminadores de acabado con partículas de luz, hay que aplicarlos con brochas de abanico finas y movimientos ligeros y rápidos, sin apenas tocar la piel, para conseguir que se fundan perfectamente y casi ni se note.
Ya sabes, aprende a distinguir entre cada iluminador y aplicalo según las recomendaciones. Recuerda no abusar mucho de ellos porque la idea es lucir un maquillaje 100% natural.
Escrito por: Arnellys Prado
Para: amorymoda.com