El estadounidense David Mills tiene una extraña relación de pareja. Ha tenido una muñeca como su novia durante ocho años. Y reafirma el dicho que dice que sobre gustos no hay nada escrito.
El británico de 60 años, acaba de celebrar su octavo aniversario con Taffy, su muñeca con piel de silicona y articulaciones de acero. Después de dos divorcios, David dijo que estaba feliz con su pareja, que no le pedía nada, y le daba todo. También admitió que la gente tuvo reacciones encontradas cuando dijo quién era su novia.
Dice que ha encontrado ventajas que nunca imaginó: “Algunas mujeres les gusta compartir conmigo y Taffy y una mujer de carne y hueso. Es más, algunas mujeres han estado conmigo para compartir a Taffy.
Hace ocho años, David compró el robot por $7,149 de una compañía en California, y de vez en cuando pagaba más para agregarle cosas: “Por ejemplo aboné 450 dólares para adherirle pecas y hacerla más real. Y puedo asegurar que me da más placer que una mujer de carne y hueso”, dijo.
“ME DA MUCHO MÁS PLACER QUE UNA MUJER REAL”
El sitio web del creador de muñecas Abyss dice que sus creaciones presentan “labios ultra-realistas que son elásticos y la mandíbula posee bisagras que le permite abrir y cerrarse en un modo muy real, para dar mayor satisfacción”.
Cuando se enchufa un robot como Taffy, esa muñeca de ensueño, se enciende como una bola de pinball. Sus circuitos son apasionantes, pero hay que decir que estas muñecas son muy realistas.
En los modelos Classic y RealDoll2, los clientes tienen que elegir entre 11 tipos de cuerpo y 31 caras diferentes. Tienen más de 30 estilos y colores, tipos de piel y labios para elegir, de color de cabello y ojos,(recortado, natural, abundante, afeitado), de cejas, de lenguas y de tatuajes.
Las piezas miden entre 1,30 y 1,75 metros de largo y pesan entre 27 y 56 kilogramos. La modelo que está de moda ahora tiene medidas de 100 de pecho, 60 de cintura y 100 en su gran trasero, que tiene implantes de gel para hacerlo más pomposo.
Los robots se han vuelto más sofisticados en los últimos años, y los expertos dicen que no les llevará mucho tiempo caminar y hablar. Su fabricación es obra de artesanos.
El otro modelo de la compañía, el robot Roxy Gold, ofrece opciones que incluyen un “latidos del corazón, sistema circulatorio, y la capacidad de hablar con usted acerca de fútbol”.
David concluye con su opinión: “Si pudiera presionar un botón en este momento y tener la opción de tener intimidad con un robot o una mujer de verdad, me quedaría con la robot todo el tiempo… Bueno, la mayoría del tiempo”.