Interfiere constantemente en la vida de su hijo/a y su pareja.
Critica o juzga constantemente a su hijo/a y su pareja.
Tiene expectativas irrealistas o inalcanzables para su hijo/a y su pareja.
Trata a su hijo/a y su pareja de manera despectiva o despectiva.
Se comporta de manera posesiva o controladora con respecto a su hijo/a.
No respeta la privacidad o las decisiones de su hijo/a y su pareja.
No está dispuesta a aceptar o aceptar al nuevo miembro de la familia.
Pone a su hijo/a en una posición difícil o incómoda al elegir entre usted y ella.
Es importante tener en cuenta que cada persona es única y tiene sus propias dinámicas familiares y personales. Si sientes que tu suegra está causando problemas en tu relación, es importante hablarlo abierta y honestamente con tu pareja. Juntos pueden trabajar para encontrar una solución que funcione para todos.